PERDER EL AUTOBÚS: Los estafadores venden su trampa como una ganga. Los irreflexivos justifican su impulsividad excusándose con que no podían dejar pasar la oportunidad. Los perezosos descansan plácidamente soñando con una oportunidad que algún día todo les solucionará. La mayoría de los arrepentimientos son consecuencia de oportunidades que apuramos a enlazar y luego no podemos desamarrar ¿Cuántas personas arruinadas por la oportunidad de enriquecerse rápido? ¿Cuántas vidas amargadas por una oportunidad sexual? ¿Cuántos estafadores viven de víctimas incapaces de controlar el miedo a perderse el autobús de la oportunidad? ¿Cuánta de la ropa del closet, comprada por oportunidad, no usamos? Vivimos con el temor de que la vida sea demasiado corta porque hemos visto morir a los demás, y eso nos predispone a imaginar que hay una oportunidad que nadie más ha visto y que nos va a salvar. Un premio de una lotería especial puesto ahí para nosotros y para nadie más. Lo que se nos olvida preguntar es «¿Por qué yo?» «¿Qué me hace merecedor de esta oportunidad por encima de los demás?» Pero las oportunidades no admiten preguntas. Las oportunidades son paranoicas y exigen absoluto secreto. Particularmente pienso que toda oportunidad entre personas nunca es enteramente buena; la simple observación me demuestra que «toda oportunidad para uno, conlleva la desgracia para otro». Y es por ello que considero que una oportunidad sólo es conveniente tras haber leído tres veces el expediente. (Mario Fattorello, extracto de "Semiología de lo que no se dice en WhatsApp"). #oportunidad, #estafa, #política, #filosofía, #mariofattorello, #momiasfattorello, #fattorello, #impulsividad, #irreflexión, #éxito, #frasesdevida, #vivezacriolla, #corto, #trampas, #precaución, #prisa, #lentitud, #reflexión, #ciudadojeda, #zulia Una publicación compartida por Mario Fattorello (@mariofattorello) el 28 de Feb de 2018 a las 9:55 PST
PERDER EL AUTOBÚS: Los estafadores venden su trampa como una ganga. Los irreflexivos justifican su impulsividad excusándose con que no podían dejar pasar la oportunidad. Los perezosos descansan plácidamente soñando con una oportunidad que algún día todo les solucionará. La mayoría de los arrepentimientos son consecuencia de oportunidades que apuramos a enlazar y luego no podemos desamarrar ¿Cuántas personas arruinadas por la oportunidad de enriquecerse rápido? ¿Cuántas vidas amargadas por una oportunidad sexual? ¿Cuántos estafadores viven de víctimas incapaces de controlar el miedo a perderse el autobús de la oportunidad? ¿Cuánta de la ropa del closet, comprada por oportunidad, no usamos? Vivimos con el temor de que la vida sea demasiado corta porque hemos visto morir a los demás, y eso nos predispone a imaginar que hay una oportunidad que nadie más ha visto y que nos va a salvar. Un premio de una lotería especial puesto ahí para nosotros y para nadie más. Lo que se nos olvida preguntar es «¿Por qué yo?» «¿Qué me hace merecedor de esta oportunidad por encima de los demás?» Pero las oportunidades no admiten preguntas. Las oportunidades son paranoicas y exigen absoluto secreto. Particularmente pienso que toda oportunidad entre personas nunca es enteramente buena; la simple observación me demuestra que «toda oportunidad para uno, conlleva la desgracia para otro». Y es por ello que considero que una oportunidad sólo es conveniente tras haber leído tres veces el expediente. (Mario Fattorello, extracto de "Semiología de lo que no se dice en WhatsApp"). #oportunidad, #estafa, #política, #filosofía, #mariofattorello, #momiasfattorello, #fattorello, #impulsividad, #irreflexión, #éxito, #frasesdevida, #vivezacriolla, #corto, #trampas, #precaución, #prisa, #lentitud, #reflexión, #ciudadojeda, #zulia
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