SIN ÁNIMO DE APOLOGÍA ALGUNA: Miles de Oscar Wilde o Alan Turing fueron condenados por gay. Hoy ser gay es una opción y al mundo nada le pasó. Hasta hace poco la virginidad marcaba un honor, de lo que hoy sólo queda un incómodo dolor y el apocalipsis no se desató. Los tatuajes, símbolos de bajos fondos portuarios, hoy son estatus de ricos y famosos en un mundo que por ello no se vino abajo. La marihuana antes satanizada, hoy es legalizada. Pareciera que la moral después de pasar de su fase negatoria entra en un furor maníaco, no me sorprendería que en cualquier momento salga al mercado de criptomonedas la Ganjacoin. La moral intenta poner orden social, pero si tenemos en cuenta que históricamente termina aplaudiendo lo que al principio condena, entra en sospecha su función o por lo menos su forma de acción. En todo caso, LA MORAL TARDA DEMASIADO EN CAMBIAR DE OPINIÓN, y durante su tiempo de duda condena sin misericordia a quienes no les servirá de nada que, unos años después, la misma moral les pida perdón. (Mario Fattorello. Extracto de “Psicopatología de lo que no se habla por WhatsApp”). #moral, #inmoral, #moralidad, #fattorello, #mariofattorello, #ganja, #moralismo, #psicología, #inquisición, #doblemoral, #filosofía, #ética, #superyo, #psicoanalisis, #puritanismo, #libertad, #cambio
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